EL CARTEL COMO REFLEJO DEL CINE

Los carteles de películas son mi perdición, si tuviera una casa más grande me gustaría tener una habitación empapelada con ellos.

Principalmente me gustan por su estética aunque también valoro mucho que ayuden a identificar el espíritu de la película. Y este poster de Grindhouse me encanta, con sus siluetas sencillas y sus colores como de comic gastado y viejo de tanto leerlo; lo veo y me remite a las películas de serie B, cosa que en su esencia es lo que pretende.


Me gustan dos vertientes, o imágenes muy coloristas, abigarradas y algo barrocas, o ideas sencillas, casi conceptuales y con poca gama de colores. De esta última opción os pongo dos posters de Saul Bass, un clásico.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

desde que ví los posters de la nueva aventura rodríguez-tarantino quiero uno para colgarlo en mi habitación.

Anónimo dijo...

tendrías que ver los que yo me he comprado para decorar mi casa. Ya tenía el de Casablanca, tamaño familiar, que queda espectacular en mi salón. Me lo trajeron del Festival de Málaga. Pero ahora me he comprado La Dolce Vita y Reservoir Dogs (la versión en Naranja). Evidentemente, sé que soy el objeto de tu envidia jejeje