¿Por qué...

...nada más pisar el gimnasio te sientes de repente más gorda, flácida y falta de atractivo?Es como si utilizasen una suerte de ondas magnéticas que te repitiesen "tienes que ponerte en forma, eliminar la grasa de tu cuerpo" cuando te enseñan el recinto y te explican las condiciones.

Superado el susto inicial de la matrícula, el mes, la taquilla, la tarjeta de entrada, todavía queda verte embutida en unas mallas. Ahí te preguntas si realmente puedes atraer a alguien sexualmente y ves parada en seco tu carrera de depredador nocturno. Es más, te preguntas cómo alguien pudo follar contigo y pensar que estabas buena, ¿o quizás no lo pensaba...?

Esto da para más y seguiré contando mis desdichas. Mientras tanto, pongo a mi celulitis por testigo que seguiré yendo y sudando y mortificándome, porque en el fondo me encanta sentir que tengo músculos en mi cuerpo.

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