Y ahí estaba ella, Magarita, disfrutando con calor del ron cubano, de la lucha dulce del cointreau contra la amenaza ácida del limón. La sal de la vida se repatía por todo su cuerpo y una capa helada marcaba la distancia necesaria para recodar que, a pesar de todo, era real.
3 comentarios:
me encanta la foto!
Es superchula...
La encontrarás en esta página
http://www.flickr.com/photos/katiewest/sets/72157594168149828/
A veces me dan ganas de intentar sacar fotos parecidas..
mierda, no cabe bien
la cifra final es 72157594168149828
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