LIBERTAD DE ELECCIÓN

Llegan momentos en los que eliges qué dirección lleva tu vida social, laboral o personal y se supone que aceptas las posibles consecuencias derivadas de tus actos; creo que es ingenuo creer que uno esté preparado para afrontar situaciones que no has incluido en tus cálculos, o aquellas a las que nunca te has enfrentado, por mucho que te hayas concienciado de su posible existencia.
¿Suena raro? Seguro. Simplemente a veces pienso si podría ser feliz con una oposición, un trabajo cómodo, una relación estable, pensamientos de boda, hipoteca, niños y sin más aspiraciones que las de sobrevivir, que no es poco. No lo sé. Yo quiero vivir intensamente pero quizás no llevo demasiado bien quemarme con mi propio fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario